En Buenos Aires, las cucarachas, los roedores y hasta las palomas o murciélagos se han vuelto parte del paisaje urbano… pero no por eso dejan de ser un problema. Estas plagas no solo generan molestias, sino también riesgos sanitarios reales. ¿Qué las atrae? ¿Cómo evitarlas? ¿Qué soluciones funcionan y cuáles no?
Charlamos con Adriana Helbert, especialista en control de plagas de la empresa CPU, para entender las causas del problema y conocer las mejores estrategias para enfrentarlo.
¿Cuáles son las plagas más comunes en los edificios?
"Las cucarachas pequeñas son la plaga número uno en cocinas y baños. Luego vienen los roedores, sobre todo en zonas con mala gestión de residuos."
Las cucarachas pequeñas buscan calor, humedad y alimento, por eso se concentran en cocinas y baños. Las cucarachas grandes, en cambio, suelen venir de las cloacas y aparecen en sótanos o terrazas.
También están los roedores, cuya presencia crece en barrios donde hay contenedores desbordados o basura acumulada. Son más que un fastidio: son un peligro para la salud.
¿Qué enfermedades pueden transmitir los roedores?
Los roedores son portadores de leptospirosis, hantavirus y otras enfermedades que se transmiten fácilmente a través de la orina o por contacto con alimentos contaminados.
Pueden ingresar a los edificios por cableados, terrazas o desagües, y suelen dejar señales claras: objetos mordidos, ruidos por la noche, suciedad en rincones.
"Eliminarlos no es rápido ni fácil. Requiere un plan, productos adecuados y trabajo conjunto."
¿Qué pasa con palomas y murciélagos?
Aunque no sean insectos, palomas y murciélagos causan muchos problemas en edificios: anidan en taparrollos, techos o aleros, ensucian y deterioran estructuras. A diferencia de las moscas o mosquitos, su control no es individual: requiere acción del consorcio y ayuda profesional.
¿Qué soluciones funcionan realmente?
La clave está en el tratamiento estratégico. No alcanza con tirar insecticida al voleo.
"Hay que entender el ciclo de vida de la plaga y aplicar productos de forma medida, evitando generar resistencia."
Los especialistas trabajan con geles, aerosoles o líquidos, según el caso. Pero lo más importante es que se coordinen acciones entre propietarios, administradores y la empresa de control. Si no hay trabajo en equipo, el problema vuelve.
La limpieza: tu mejor defensa
Puede sonar básico, pero es real: las plagas no se sienten cómodas en ambientes limpios. Mantener orden, eliminar restos de comida, ventilar y revisar zonas húmedas es fundamental para prevenir cualquier tipo de infestación.
¿Qué dice la normativa?
Actualmente, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no renueva ni otorga habilitaciones para empresas de control de plagas. Esto significa que cualquiera puede fumigar sin estar capacitado, lo que pone en riesgo a los vecinos y desvaloriza el trabajo profesional.
Conclusión: prevención, conciencia y profesionalismo
Las plagas no son solo un problema de higiene: son un tema de salud pública. Si querés mantener tu casa o consorcio libre de cucarachas, ratas o aves invasoras, el camino es claro:
-Mantené una limpieza constante
-Evitá acumulación de residuos
-Contratá empresas profesionales y responsables
-Coordiná acciones con los demás vecinos o administradores
En una ciudad compleja como Buenos Aires, la prevención es la herramienta más poderosa.
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